jueves, 22 de enero de 2015

Nuestros nombres en invierno

Con mis alumnos/as de 3 años he comenzado el trabajo de lectoescritura partiendo de sus propios nombres.

El nombre es el primer texto que un niño/a quiere leer y escribir, ya que tiene una carga afectiva muy importante. El nombre le designa, le da identidad y le diferencia de los demás.

Además de interesarse por su nombre, lo hacen también por el nombre de sus compañeros. Con estos textos van a aprender un repertorio de letras convencionales que podrán comparar, clasificar, diferenciar... De este modo, a través del juego aprenderán a reconocer su nombre y el de sus compañeros/as y a escribirlos.

Aprovechando la llegada del invierno, hemos realizado un mural para decorar nuestra clase con unos muñecos de nieve muy especiales:


Los realizamos en pequeños grupos (3-4 niños/as por grupo) en el rincón de lecto-escritura, siguiendo la siguiente secuencia: 

Primero cogen cada uno/a el cartel de su nombre y cuenta las letras que tiene. Después de contarlas tienen que decidir cuántos círculos blancos necesitan y cogerlos. En este momento empiezan las primeras comparaciones: "Necesito más círculos que tú", "Necesito menos", "Mi nombre es más largo que el tuyo", etc.

El siguiente paso es escribir en cada círculo una letra y pegarlos en el papel continuo azul. Cuando está listo, le pegan la cara del muñeco de nieve, el sombrero y ¡listo! 


Una vez que tenemos todos los nombres en el mural nos reunimos en la asamblea, escribimos encima de cada sombrero el número de letras que tiene cada nombre y establecemos relaciones entre ellas. Vemos el nombre más largo, el más corto, los que son iguales. Vemos que Oliver tiene una letra más que Ciara, que Alexis tiene dos letra menos que Cristian... y todas las relaciones que los niños/as van descubriendo. 

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