En Atención Educativa (alternativa a la religión) trabajamos un proyecto sobre las emociones a través de cuentos.
Cuando hablamos de Educación Emocional, tenemos que tener en cuenta las 4 fases que se requieren dominar para poder tener una buena inteligencia emocional:
1. Percepción emocional: Habilidad para identificar una emoción tanto en uno mismo como en los
demás.
2. Facilitación emocional: Habilidad que nos permite ser conscientes de qué situaciones nos
provocan una emoción.
3. Comprensión emocional: Habilidad para etiquetar las emociones, conocer cómo se combinan
diferentes estados emocionales e interpretar el significado de las emociones complejas
4. Regulación emocional: Habilidad para regular las emociones propias y ajenas. Es la fase más
compleja de la inteligencia emocional
Debido a la edad de nuestros peques, nos centramos en las dos primeras fases a la hora de trabajar las emociones. Trabajaremos cada emoción identificando las señales (sobre todo gestuales y corporales) que nos permiten identificar la emoción en nosotros mismos y en los demás: sonrisa, ceño fruncido, boca con las comisuras hacía abajo, mirada apagada, cejas hacia arriba, etc. Además reflexionaremos sobre aquellas situaciones que nos hacen sentir una emoción concreta.
Hemos comenzado con la emoción "alegría" a través del cuento "Estrellas de colores", donde los protagonistas ven estrellas de colores alrededor de las personas cuando hacen cosas que les hacen sentirse felices
A partir de este cuento, hemos estado haciendo actividades relacionadas con esta emoción:
- Identificación emocional: En una caja metimos recortes de revistas en las que aparecían personas con diferentes estados de ánimo. Fuimos apartando aquellas que pensábamos que mostraban a personas alegres y cada uno dijo cómo sabían que esas personas se sentían alegres ("porque están sonriendo", "porque tiene los brazos levantados", "porque salta mientras sonríe"...). Jugamos nosotros a poner caras felices. Las fotos que habíamos elegido de personas felices, las pegamos en folios amarillos para ir formando nuestro "Libro de la alegría"
- Facilitación emocional: Para trabajar esta fase cada uno dijimos en asamblea alguna situación en la que nos sintamos alegres. Fui anotando las respuestas de cada uno. Como el cuento habla de estrellas de colores, cada niño/a pintó con la pintura que más le gustaba una estrella, le echamos purpurina y, una vez que estuvieron secas, les pegamos nuestro papel sobre aquellos que nos hace sentir alegría
Haciendo esta actividad, a Noa se le volcó el bote de purpurina y se derramó en la mesa. Antes de que pudiese recogerla, Pedro mojó el dedo en la purpurina, se la puso en la nariz y gritó entusiasmado "¡Mira seño, parezco un hada!" (Recién estamos empezando el proyecto de "hadas y duendes").
Me hizo tanta gracia su comentario y sobre todo su entusiasmo, que nos pusimos todos purpurina en la nariz. Una vez más los niños/as me enseñan que un "accidente" puede ser una gran oportunidad para disfrutar si sabemos mirar las cosas con "ojos de niño"
Para completar nuestro libro de la alegría buscamos en el cuento "El emocionario" la definición de "Alegría", la escribí en un folio amarillo y entre todos formamos la palabra "alegría" con letras adhesivas de goma eva
Para plasmar gráficamente lo que hemos aprendido, les dí un folio con un círculo y les pedí que dibujaran una cara alegre