El experimento de la semana pasado lo hicimos aprovechando que el día anterior había llovido y aún había charcos en el patio.
Sentados en asamblea, les pregunté de qué color era el agua. Algunos me dijeron que blanca, otros que no tenía color, que era transparente.... y les pregunté si era posible pintarla de colores. Su primera respuesta fue NO.
Cogimos entonces una bandeja llena de agua y rotuladores que ya estaban medio gastados y no pintaban bien. Antes de realizar el experimento, cada uno/a dice cuál es su hipótesis, lo que piensa que va a pasar cuando pongamos el rotulador en contacto con el agua. La mayoría dijo que el rotulador no iba a servir porque se iba a mojar.
Salieron de uno e uno a elegir el rotulador que más les gustaba y a probar qué pasaba cuando lo acercaban al agua y.. ¡sorpresa! el sgua se teñía del color del rotulador.
Salimos entonces al patio, a pintar los charcos de lluvia. Fue muy motivador y bonito para ellos.